*Estelle* Gabe me dejó esperando en su casa todo el día. Supongo que Val hablaba en serio cuando dijo que el Alfa estaba ocupado. Al final, Val me encontró hojeando libros en la biblioteca y se ofreció a llevarme de vuelta a la posada para pasar la noche. "Háblame del papel de Luna", le dije mien
Casi en cuanto nos sentamos, se abrió la puerta y entró un hombre. Era un hombre mayor, con el pelo rubio y los ojos marrones y brillantes. Parecía de la misma estatura que Gabe, pero era difícil saberlo en aquel momento. "No perdamos tiempo, Charles. ¿De qué necesitabas hablarme?" dijo Gabe, evita
*Estelle* Me quedé helada en la puerta, intentando asimilar lo que acababa de oír. En un solo día, la manada se había enterado de mi llegada y había decidido que no me querían. El hombre que había ayudado a criar a Gabe le estaba diciendo que me echara y que no era lo suficientemente bueno. Todo es
Ya me habían encerrado antes bajo llave. Era la peor sensación que conocía, y me costaba no perderme en los terribles recuerdos. "Chica desagradecida", cortó Charles. "Estarías muerta si el Alfa no te hubiera encontrado cuando lo hizo". "Tal vez estaría mejor", dije con amargura. Eso pareció pill
*Estelle*"¿Estelle? ¿Adónde vas?" Hice una pausa, a mi pesar. Era la voz de Val. Debería haber fingido que no le había oído, pero ya era demasiado tarde. Se le borró la sonrisa de la cara cuando se acercó a mí. "¿Qué?" pregunté con voz ronca. Me enjugué inútilmente los ojos e intenté serenarme.
Paramos en un pequeño restaurante cerca de la posada. El hombre que estaba detrás del mostrador sonrió al vernos. "¡Val!", gritó. Se apresuró a salir de detrás del mostrador y estrechó firmemente el brazo de Val. "¿Cómo estás? "Bien", dijo Val alegremente. "Sólo un poco de hambre". "Estás en el lu
*Estelle*Las últimas semanas habían sido mejores de lo que esperaba. La vida en el pueblo era tranquila y pausada. Me encantaba pasear por las calles al atardecer. Podía contemplar las estrellas y respirar el aire fresco del bosque sin tener que preocuparme de quién caminaba detrás de mí o qué pasa
"Increíblemente", aceptó. "No quiero que pienses que estoy renegando de nuestro trato, pero es probable que no sea seguro que te vayas a finales de mes". Me observó atentamente para ver cómo reaccionaba a la noticia. Mi primer instinto fue gritar, pero respiré hondo. No tenía motivos para pensar qu