**Punto de vista de Amber"¡¿Qué quieres decir con que no puedes casarte conmigo ahora?!" Miro a mi prometido y repito lo que acaba de decir con incredulidad.Sebastian camina de un lado a otro por el salón, mirando su reloj de vez en cuando. Sus cejas se fruncen solemnemente. Lleva un traje bien he
Frente a mí, las puertas que conducen al gran salón están cerradas. Siento gratitud por la oscuridad que envuelve la escena, ya que enmascara mi inquietud por lo que estoy a punto de hacer. Los susurros de Sophie a mis espaldas mientras me ajusto el velo son todo lo que puedo escuchar. Le pido a la
"¡Suficiente!" Yo grito. Ahora la música se detiene y todos los invitados nos miran fijamente.Inmediatamente dos hombres vienen y ayudan a Sebastián a ponerse de pie. Me recuerdo a mí mismo que no puedo defenderlo de Levi. Este último es ahora mi marido y Sebastian no me cae bien en estos momentos.
El coche reduce la velocidad al doblar la esquina y una serie de estructuras enormes y lujosas se alzan ante nosotros. Mansiones modernas con luces doradas que brillan a través de las ventanas abiertas se encuentran unas contra otras en lo alto de una colina bien vigilada. A la izquierda hay un bosq
"¡Oh, eres hermosa!" dice la madre de Levi, June, tan pronto como me ve.Es una mujer hermosa, de unos cuarenta años, con cabello del mismo tono que la miel quemada de su hijo y un rostro profundamente amable.Sus manos toman las mías. Recuerdo todo lo que he estado hablando y ensayando con Levi, y
"Oh, no", murmuro, mirando mi reflejo en el espejo.Después de ducharme me visto con lo único que tengo a mano que no es mi vestido de novia: un conjunto de lencería diseñado específicamente para mi luna de miel. Cuando entré, debería haber prestado más atención a lo que traía conmigo.El problema e
"Pensé que ya te habrías acostado a dormir", dice.Levi me mira astutamente, su sonrisa tirando de las comisuras de sus labios. Es como si pudiera leer mis pensamientos sobre su cuerpo.Reúno coraje y sacudo la cabeza. "Estaba pensando en lo que dijiste, y estoy de acuerdo".Él levanta una ceja y no
“Pregúntame…” susurra de nuevo.Su eje presiona contra mis nalgas. Ahora mismo lo único que quiero es entregarme, sentirlo dentro de mí. Lo olvidaría todo por una noche si a cambio puedo entregarme a él, a estos sentimientos que me abruman, que me llevan a la locura."No puedo", murmuro finalmente.